OH, mi bella pradera, a ti
regreso hoy
Queriendo dejar
lejos el fuego del dolor
En tu verde alfombra quiero
cerrar mis ojos
Respirando tu aire puro, bañada
por tu sol.
Aquí en mi huerto de cerezos en
flor
Me embriagaré de frescura con
el aroma,
Tan suave, del durazno, del
melocotón,
Y cantaré un canto de olvido al
amor.
Danzaré ágil, tendiendo mis
manos
Para asirme al ala del travieso
picaflor,
Que me llevará cual ave
flotante
Al paraíso subyugante de eterna
ilusión.
El gorrión chismoso y petulante
Celos inmensos siente de mi
canción,
Las enredaderas verdosas y
atrapantes
Anidan una rosa en su celoso
corazón.
Las coquetas violetas,
traviesas y curiosas
Se asoman por el viejo y caído
balcón,
La brisa las envuelve con
cálido mantón
Mientras los lirios hablan de
arte y de amor.
De pronto allá a lo lejos retumba el silbido
De pronto allá a lo lejos retumba el silbido
que repite el eco solo y
distante,
que mi padre lanza llamando al
piño
de ovejas blancas cual nubes de
algodón.
Viste su manta y sombrero color ceniza
Viste su manta y sombrero color ceniza
Montando su pingo que muy
complacido,
Cabalga erguido, gracioso y sin
prisa
Siguiendo las órdenes que le da
su patrón.
Mi madre lo espera feliz y sonriente
Mi madre lo espera feliz y sonriente
bajo la sombra del viejo y gran
parrón,
en sus cabellos prende ella una
hermosa flor
desbordante está
su pecho de mágico amor.
Y yo, he regresado hoy, a mi
verde pradera,
A mi huerto soñado, a mi casa
de campo,
He regresado al nido del cual
salí triunfante
Cuando aun no sabía de penas y
olvido, mi corazón.
Copyright©2008byLizamarazul
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