Cuadros que postularon a la Medalla de oro 2010

Quetalmahue- Chiloé

Caleta Quetalmahue

En mis visitas a la isla de Chiloé, pinté esta embarcación solitaria y tranquila como lo son los chilotes.

Cuanta belleza en estas embarcaciones, con sus reflejos en aguas quietas. Con sus coloridos vistosos, que según me cuentan, son los mismos que utilizan para pintar sus casas.

¿Cuantas aventuras de peligros y anécdotas de amores, guardan ellas?

Me quedo horas contemplándola y esperando me trasmitan sus secretos guardados celosamente entre los tablones hechos a manos por los hombres de estas tierras. Cada tablón que lo forma a sido dominado al calor del  vapor para ir dándole la grácil figura, que a mi y a muchos nos cautiva.

Barca...cuéntame tus secretos o al menos dejame volar imaginandolos.

La belleza de las flores

                                   

Las flores, es algo que por su belleza siempre ha cautivado a los pintores.

Para mi, pintarlas a sido el desafio más grande al cual me he enfrentado.

Una tarde pasando por Parral

En mis múltiples viajes al sur me encontré con este paisaje.
En el, se veía la humedad ambiental, el verdor típico de los campos del sur y la tranquilidad.
Ovejas pastando libremente y el olor a bosque del ambiente, inundaba la escena.

Aquí quedó plasmado para que alguien más, lo pueda contemplar y trasladarse imaginariamente hasta ese lugar.

Maternal reposo

¿ Que mujer que tiene hijos, no comprende lo que se siente en este momento?

Cuando veo una escena como esta, me siento en mi taller, con la tela enfrente y me recorre una suerte de energía que quiere salir de mi para estampar sobre esa tela blanca, que aún no dice nada, todo este torrente de sensaciones que siento.

¿Como a través del color y de la línea puedo decir lo que siento?

Y ahi voy obedeciendo a mi inconciente. Porque la academia ya no sirve, ella solo nos ayuda en cierto modo, pero ahora soy yo la que tengo que volcar los sentimientos.

Me pregunto al verla terminada ¿se logró?

En un día cualquiera de mi lejana infancia, me encontré con un libro lleno de aves coloridas y tomé un lápiz para emular estos dibujos. Nunca más me abandonó mi estuche, lleno de lápices y colores.
Luego siguieron las creaciones infantiles de aves, animales, y casitas con montañas y soles. Más tarde apareció el retrato, dibujando las caras de mis compañeras de clase o caricaturizando a los profes.
En fín y aquí sigo, luego de que los años han pasado y ahora mi estuche fué, no cambiado, sino que acompañado por grandes cajas conteniendo miles de colores de óleo.
El color, fundamental en mi vida: hablar en colores, es la constante en mi. La sutileza de los colores quebrados y la potencia y energía de los colores puros
El dibujo, con él demarcamos límites, damos enérgia o sutileza a un trazado, osea la línea en si, tiene expresión. Algunos apuntes a lápiz, aveces son mejor que una pintura.