domingo, 20 de marzo de 2011

Pintura y Feng-Shui


Una buena pintura atrae luz hacia la casa y llena de optimismo, alegría y fuerza a una habitación. Atrae las buenas vibras y pensamientos positivos.
Al elegir un cuadro, se debe que tener en cuenta el motivo y la inspiración que le transmite. Evitar obras sangrientas o personajes tristes y sombríos pues se inundará el espacio con estos sentimientos.
Al elegir un cuadro generalmente se hace por motivos psicológicos y por afinidad se eligen temas y colores representativos del estado de ánimo. Por ejemplo, si en un dormitorio matrimonial hay solo cuadros femeninos, nos habla de un egocentrismo o de una pareja con problemas.
Aparte del simbolismo, debemos elegir una obra por sus colores. No se recomienda la abundancia de colores oscuros, como los rojos espesos los verdes oscuros, los fucsia, grises, negros y colores con poca luz ya que se asocian a energías bajas y pesadas que solo producen problemas y sufrimientos.
Trazos pesados o caóticos o pinturas abstractas que no tienen ni pies ni cabeza, producen estados mentales confusos.
Busque siempre belleza y luminosidad en las pinturas. Los colores celestes y verdes claros inducen a la paz, armonía, tranquilidad y equilibrio.

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