Las expresiones de los artistas, tales como las pinturas y las esculturas, son la mejor herencia de esos creadores. Sus obras integran las colecciones de los grandes museos y, gracias a su capacidad creativa y a su imaginación, es posible admirar tanta belleza que enriquece el espíritu y la cultura de la humanidad.
Las obras de arte son una proyección de los artistas, pero muchas veces sus vidas y dramáticos finales nos sorprenden. Es que, pese a ser creadores, sufren y sienten como cualquier ser humano que tenga otra actividad.
En el universo de los artistas, a causa de su enorme sensibilidad y muchas veces de sus vidas inmersas en la bohemia, en el submundo y en la miseria o marginalidad, terminan por sucumbir de manera trágica.
Ejemplos hay suficientes. Los pintores chilenos Alfredo Valenzuela Puelma y Jim Mendoza terminaron sus días sumergidos en la locura. Similar situación enfrentó el famoso Vincent van Gogh. La escultora Camilla Claudel sufrió el dolor de la exclusión y la mexicana Frida Kahlo, sus enormes dolores físicos. Pese a todo ambas produjeron valiosas obras.
El noruego y gran expresionista Edvard Munch también terminó aislado y esquizofrénico. Amadeo Modigliani murió a causa del alcoholismo y el opio. El ruso exiliado De Stäel, envenenado por los vapores de los diluyentes y del plomo que contenían los pigmentos. El italiano Angelo di Cósimo, conocido como "El Guerchino", primero perdió un ojo a manos de Miguel Angel y luego fue misteriosamente asesinado.
En España, el Divino Morales en el siglo XVIII era conocido también como "El Cuchillero", por su otra profesión, y es conocido el caso de Paul Gaugin, que era tremendamente agresivo y que sucumbió por la sífilis que adquirió en las islas Marquesas, al convivir con las aborígenes infectadas por los marineros.
El pintor francés avecindado en Valparaíso Ernesto Charton de Treville murió en Buenos Aires envenenado por su amante traicionada. Al menos eso dice una placa en su tumba.
Nuestro gran Juan Francisco González terminó su vida a causa de una anemia aguda, luego de intentar mutilarse al no poder seguir acosando a las campesinas de Melipilla, lugar donde pasaba sus últimos días.
Toulouse-Lautrec unió a su tuberculosis ósea el alcohol, las drogas y las prostitutas, muriendo en brazos de su anciana madre y añorando sus días en el Moulin Rouge.
El porteño Roko Matjasic desapareció para siempre en los roqueríos de Concón, presuntamente asesinado por celos. El viñamarino y profesor de la Escuela de Bellas Artes, Jorge Madge, también fue asesinado. Los presuntos culpables quedaron en libertad y se fueron del país para siempre. Un gran escándalo en su época.
Quien también tuvo una intensa presencia artística en la zona fue Pedro Luna, aunque consumía éter, láudano y alcohol. Un espantoso cóctel alucinante, como sus últimas pinturas abstractas, y tremendamente mortal. En cambio, a su compañero de generación, Carlos Lundstedt, la miseria le acompañó hasta el final.
Trágicamente en un accidente terminó su vida en Nueva Orleans el porteño Carlos Faz. Habría sido tan importante como Matta. El porteño Álvaro Guevara Reimers tuvo que pasar por el sufrimiento de una cárcel en Francia durante la ocupación alemana, algo que marcó profundamente su pintura.
El suicidio y las depresiones, las exclusiones o los rechazos suelen dañar la sensibilidad de los artistas, llevándoles a situaciones límites que, por su condición, no siempre pueden superar.
También la ambigüedad sexual ha estado unida al arte, produciendo situaciones trágicas.
Muchos artistas plásticos comparten con poetas y escritores el título de "malditos", una calificación que se les dio en Francia a fines del siglo XIX y comienzos del XX. No todos llegaron a la vejez con buena salud, con situación social asegurada y productiva en el arte. Como el universal Pablo Picasso y los chilenos Pablo Burchard y Camilo Mori, maestros de generaciones y grandes innovadores en la pintura chilena.
Artículo publicado en el Diario La Estrella de Valparaíso, el martes 10 de marzo del 2009
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ResponderEliminarPor favor borra elimina ese comentario.... no corresponde al tema...
ResponderEliminarfue un error de "copiar y Pegar"...
Muy interesante todo y que triste el final de cada uno de ellos.
ResponderEliminarAna Naría Alguerno. Australia