"La Piedad" |
Dos años trabajó Miguel Ángel en la realización de las figuras y su pulido. El artista contaba en esos momentos con veintiún años.
El planteamiento de la obra, según nos cuenta Condivi, quién realiza la biografía del artista, dice según sus palabras: "La Madre tenía que ser joven, más joven que el hijo, para demostrarse eternamente Virgen; mientras que el hijo, incorporado a nuestra naturaleza humana, debía aparecer como otro hombre cualquiera en sus despojos mortales", lo que le confiere un toque especial, que hace tan famosa esta obra.
El tamaño, de porte natural de los cuerpos, se adaptan mutuamente, formando una perfecta composición.
La virgen no mira a Cristo y el gesto de su mano parece demostrar su resignación ante los hechos.
Miguel Ángel se refiere a la Virgen: "Creo que un tal frescor y una tal flor de juventud, si los ha recibido de una manera natural, le han sido conservados de una manera sobrenatural, a fin de que la virginidad y la pureza eterna de la Madre de Dios fuesen demostradas al mundo".
La actitud del cadáver de Cristo, yaciendo en el regazo de la Virgen, demuestra la perfección de la obra y el dominio anatómico.
Fuente:http://www.mcnbiografias.com
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